Protección solar al máximo: accesorios esenciales para cuidar tu piel de los rayos UV

La exposición excesiva al sol conlleva consecuencias como el envejecimiento prematuro de la piel, manchas e, incluso, cáncer de piel. Por eso, aplicar protector solar unos minutos antes de salir de casa y reaplicarlo a lo largo del día es indispensable para proteger nuestra piel de los dañinos rayos ultravioleta (UV). No obstante, muchas veces el protector por sí solo no es suficiente para brindar la protección solar adecuada.

Para maximizar la efectividad de la protección solar, es esencial complementar su uso con sombreros y otros accesorios que no solo proporcionen un extra de seguridad, sino que también añadan un toque de estilo a tu atuendo, asegurando que puedas disfrutar de tus actividades al aire libre con tranquilidad y estilo.

Sigue leyendo para descubrir cómo estos complementos pueden integrarse fácilmente en tu rutina diaria y qué debes tener en cuenta al elegirlos

Factores que hacen que el impacto del sol sea más fuerte  

Es importante que primero conozcas en qué momentos deberías exponerte al sol con moderación o en qué momentos deberías reducir la exposición.

Según la American Cancer Society, la potencia de los rayos UV que recibimos depende de varios factores, tales como:

• Hora del día: los rayos UV son más intensos durante las horas del mediodía, entre las 10:00 a.m. y las 4:00 p.m.
• Temporada del año: los rayos UV son más potentes durante los meses de la primavera y el verano. Este es un factor menos importante en los países que no tienen estaciones tan marcadas.
• Distancia desde el ecuador (latitud): la exposición UV disminuye a medida que se aleja de la línea ecuatorial. Es decir, los países que están más lejos de la línea del Ecuador tienden a recibir menos potencia de la luz del sol.
• Altitud: más rayos UV llegan al suelo en elevaciones más altas. Por ejemplo, si estás en una montaña, aunque puedas sentir más frío, estarás recibiendo mayor intensidad de rayos solares.
• Formación nubosa: el efecto de las nubes varía la potencia que recibimos del sol, pero los rayos UV igual llegan al suelo, incluso en un día nublado.
• Reflejo de las superficies: los rayos UV rebotan en superficies como el agua, la arena, la nieve o pavimento, lo que lleva a un aumento en la exposición a los rayos UV.

Existen algunos elementos que tienes en casa y que puedes empezar a utilizar con más frecuencia para controlar tu exposición a los rayos del sol:

Gorras, sombreros o cualquier tipo de gorro

Sombreros de ala ancha, gorras tipo beisbolista, beanies, bucket hat o turbantes, hay muchísimas opciones. Con ellos complementas la protección solar de tu rostro, proteges tu cuello u hombros y, por supuesto, evitas la exposición de tu cuero cabelludo y tu cabello.  

Gafas de sol

Los lentes que bloquean los rayos UV son importantes para proteger la parte delicada alrededor de los ojos, así como los ojos en sí. La investigación ha demostrado que pasar largas horas en el sol sin proteger tus ojos aumenta las probabilidades de desarrollar ciertas enfermedades de los ojos.

Los lentes de sol ideales deben bloquear del 99% al 100% de los rayos UVA y UVB. Antes de comprar lentes de sol, revisa la etiqueta para asegurarte de ello. Aquellos que indican que son de uso “cosmético” bloquean alrededor del 70% de los rayos UV. Si la etiqueta no lo indica así, no asumas que los lentes proveen alguna protección UV.

Los lentes más oscuros no son necesariamente mejores ya que la protección solar que aportan proviene de un químico invisible que tienen los lentes y no del color o la oscuridad de estos.

Ropa con protección UV

Aunque tu ropa regular tiene cierta protección solar, no todas las telas y colores brindan el mismo nivel de seguridad. Siempre ten en cuenta:

• El factor de protección ultravioleta (UPF) indica cuánta radiación UV (tanto UVB como UVA) un tejido permite llegar a tu piel. 
• En el caso de la ropa, UPF mide los rayos UVB y UVA, mientras que SPF mide solo UVB.
• Los colores oscuros o brillantes evitan que los rayos UV lleguen a la piel absorbiéndolos en lugar de permitir que penetren. Esto no pasa con los colores más claros.
• Comprueba la protección solar de un tejido sosteniéndolo a la luz. Si puedes ver a través es porque la radiación UV está penetrando fácilmente en la tela y alcanzará tu piel.
• Es muy probable que la ropa ajustada se estire y reduzca el nivel de protección ofrecido, ya que las fibras se separan y permiten que pase más luz.
• Algunos fabricantes de ropa proporcionan etiquetas UPF, que indican exactamente la cantidad de rayos solares que la prenda protege.
• Cuanta más piel cubra tu atuendo, mejor será tu protección solar. Siempre que sea posible, elija camisas de manga larga y pantalones largos o faldas largas. Si esto no es posible, asegúrate de utilizar protector solar en las zonas expuestas.
• Independientemente del UPF, si tu ropa se estira o moja, perderá parte de su capacidad protectora y se volverá más transparente, exponiendo tu piel a más luz ultravioleta.

Además de todo lo anterior, también debes tener en cuenta:

• La protección de tus labios: al igual que el resto de la piel, ellos también se ven afectados por el sol.
• Evita las camas bronceadoras.
• Siempre mantente a la sombra.
• Las sombrillas también son un excelente complemento.
• Aplícate protector solar de forma generosa.
• Aunque esté nublado o estés en interiores, igual utiliza protector solar.
• Durante las temporadas de frío, la aplicación de protector solar debe ser la misma.

Protegerte del sol no es sinónimo de sacrificar tu estilo. Escoge las prendas adecuadas, aplica y reaplica protector solar durante el día y mantén tu piel saludable durante todo el año.